La economía mundial sigue en crisis, aunque el FMI diga lo contrario, aunque en España la crisis sigue siendo profunda, aún puede ir a peor.
Hay problemas que se van solventando gracias a la crisis. Fallos o desequilibrios que tenía la economía, como el exceso de especulación (pero que nadie se engañe, siguen ahí manejando los hilos).
En concreto, en España hay cosas positivas que se están dando, como la corrección del déficit comercial, que cuando más boyante iba la economía ya muchos dijeron que era preocupante. La caída del consumo de las familias ha afectado al gasto que se hacía en importaciones.
Algunos factores ayudarían a la recuperación:
- El precio del petróleo a 70 dólares, cuando en el verano pasado llegaron a los 150. Aunque el petróleo está tan correlacionado con la coyuntura económica, que conforme se vaya mejorando la economía su precio irá subiendo de forma preocupante de nuevo.
- La caída del Euríbor. El índice de referencia en tantos créditos y préstamos de familias. El grave problema sería esa cláusula abusiva de algunos préstamos que establecieron un suelo. Una cláusula contractual absolutamente leonina.
- Los planes de estímulo fiscal, créditos del ICO y demás iniciativas que intentan que se sostenga un poco con ayuda pública una crisis insostenible.
Hasta ahí todo lo que debería estar ayudando a la economía, pero que casi no se nota.
Por su lado, las entidades de crédito españolas siguen siendo la soga que aprieta el cuello de familias y empresas. Pues para mí, una de las causas de que la economía española siga empeorando es la falta de créditos. Antes, se financiaba el circulante de una empresa, ahora es difícil de conseguir por miedo a la morosidad, y es este miedo a dar estos créditos los que verdaderamente son caldo de cultivo para la morosidad.
Ya con datos de Agosto, los datos sobre créditos nuevos concedidos a familias y empresas son preocupantes. A las familias, el número de créditos concedidos se ha reducido un 41′7 por ciento. Y, por el lado de las empresas, la reducción que se ha dado ha sido de un 42′6%.
En tasa interanual, la bajada fue en los créditos concedidos a las familias de un 13%, mientras que los otorgados a las empresas lo hicieron el 17,1%.
Antes te regalaban el dinero, ahora no tienes salida. Te ponen contra la espada y la pared (liquidar la sociedad para pagar o negociar con proveedores firmando pagarés). Una verdadera calamidad económica y empresarial.