¿Te sorprendería saber que la mitad de los fans de Justin Beiber y Lady Gaga son falsos? Y lo más importante, ¿te importaría que compran seguidores? Para la gran mayoría de nosotros, la respuesta es no.
El número de personas y marcas que compran falsos seguidores de los medios sociales está creciendo. Pagar por los seguidores es un acto generalizado, y aunque comprar seguidores va en contra de los términos de uso de la mayoría de las redes sociales, es legal hacerlo, y miles de cuentas lo están haciendo.
Así que si miles de personas están adquiriendo falsos seguidores, entonces debe tener sus beneficios, ¿no?
El argumento que muchos hacen para justificar la compra de falsos seguidores es que la práctica en realidad conduce a más seguidores orgánicos. Esto se debe a que la gente verá una cuenta con un gran número de seguidores y sentirán curiosidad por el contenido, o por qué esta cuenta es tan popular. En otras palabras, los falsos seguidores pueden llevar a más atención de los seres humanos reales.
También existe el argumento de que comprar falsos seguidores no difiere mucho de comprar, digamos un hashtag promocionado en Twitter, para atraer a los fans reales. Las dos tácticas de “marketing” se utilizan simplemente para aumentar la conciencia. Y por muy turbio que parezca comprar seguidores falsos, la táctica sigue siendo trivial y muy asequible.
A continuación se analiza más a fondo por qué la gente sigue eligiendo comprar seguidores falsos y cuáles pueden ser los beneficios o las consecuencias si se piensa en hacer lo mismo.
El extraordinario número de cuentas falsas
Desde celebridades a políticos, se ha convertido en una necesidad el amontonar una gran cantidad de seguidores en un corto período de tiempo si quieres destacarte del ruido. E incluso si los seguidores que acumulas son falsos, la influencia que viene con ese número impresionante es muy real. Un gran número de seguidores en Twitter puede hacer que un político de base aparezca como una voz con autoridad. Puede convertir a un músico en una estrella en ascenso.
Los creadores de la herramienta de verificación de seguidores falsos, que afirma tener la capacidad de determinar cuántos de los seguidores de Twitter de un usuario son falsos, ha revelado algunos números sorprendentes detrás de las cuentas de medios sociales populares. Por ejemplo, la herramienta descubrió que un enorme 71% de los más de 35 millones de seguidores de Lady Gaga en Twitter eran falsos o inactivos, junto con el 70% de los casi 30 millones de seguidores del presidente Obama.
Al igual que los falsos seguidores en Twitter, la gente también está comprando vistas falsas para aumentar la popularidad en YouTube y hacer creer a la gente que si mucha gente está viendo un video, tal vez ellos también deberían verlo.
En 2012, YouTube comenzó a tomar medidas enérgicas contra las empresas y los sellos discográficos en el sitio y, en conjunto, eliminó más de 2.000 millones de vistas falsas. Universal Music Group, según se informa, perdió mil millones de sus siete mil millones de visitas, mientras que Sony perdió 850 millones.